sábado, 1 de julio de 2006

MOGOLLÓN ya tiene el SILLÓN



Esta mañana y a patir de las 12, en una acto celebrado en el salón de sesiones del Ayuntamiento, Juan Manuel Mogollón pasaba a la historia de Belmez convirténdose en el sexto alcalde de la democracia. Un pacto de gobierno con el PSOE le ha dado la posiblidad de convertirse en el "piloto del barco de Belmez", tal y como el mismo ha afirmado en su discurso.

"Remar todos juntos";"disminuir la temperatura de la crispación política en el pueblo";"no quiero ser EL protagonista"; frases que han salido de la boca del nuevo regidor, afirmaciones que tienen detrás una llamada a la concordia y al trabajo sincero, honesto y limpio, a meter el hombro en vez de poner zancadillas; a dejar los partidismos y mirar a Belmez de frente y con ganas. Todo esto debería ser lo normal en estos días, debería ser lo que los políticos nos enseñen, lo que nuestros representantes tengan entre sus manos en el día a día... debería ser algo tan elemental que no nos resultara extraño y lejano escucharlo. Hasta ahora no ha sido así, esta situación lejos de ser una realidad es un sueño utópico, una situación a la que nos ha acostumbrado la clase política que nos gobierna en estos tiempos. Una situación incómoda que nos repugna a todos y a todas, situación que odian incluso nuestros políticos, estoy seguro de ellos, pero que sin embargo es muy difícil de aparcar. ¿Por qué será?

Una sensación extrañísima recorría esta mañana el salón de sesiones cuando Mogollón afirmó lo siguiente: "Me invade un sentimiento de esperanza, ayer por la tarde y después de mucho tiempo se daba una situación que me hace concebir muchas esperanzas. Por primera vez se juntaban representantes de todos los grupos políticos para tomar un cubata". Hasta qué punto me preguntaba no habrá llegado esta crispación y estos enfrentamientos para que dos, tres, cuatro o once personas que se ven casi a diario, qué estan trabajando voluntariamente por un pueblo de 3.500 habitantes, que nos representan a todos y a todas los vecinos de Belmez, que deben estar de acuerdo en tantas cosas importantes para este pueblo para que no puedan sentarse a tomar un café con libertad, sin prejuicios y sin ánimo de hacerse daño. Y sin embargo pensaba, si un hombre con el empaque de Mogollón, con los otros diez concejales delante, en el lugar en el estos tres últimos años han ocurrido tantos episodios tristes de insultos, malos modos, denuncias, cortes de palabra o desprecios, es capaz de afirmar esto con un trago de agua en la boca y con los ojos llorosos invadido por la emoción y siendo capaz de despertar esta emoción en sus socios y rivales políticos es porque realmente sigue existiendo esperanza en el encuentro, el trabajo, el sentimiento por Belmez y la ilusión por el desarrollo de este jodio' pueblo al que tanto amamos y añoramos.

Después nos hacía un repaso de los objetivos que se plantea para estos próximos diez meses, proyectos iniciados, proyectos a punto de terminar, proyectos en fase de proyecto.... todos estupendos para el pueblo y sus gentes. Ahora bien, es imposible construir o restaurar una casa en la que tenemos que vivir todos si los arquitectos no están de acuerdo. Este es sin duda el proyecto más importante y la madre de todos los demás, si consigue acabarlo los demás llegarán y lo harán con más fuerza.

El título del artículo parece una broma con el apellido del nuevo regidor, nada más lejos mi intención.El sillón que ahora ocupa le obliga seriamente a ser esa mano que une a todas las demás y su responsabilidad debe ser tenderla. En su discurso inicial ya lo ha pedido. Buen comienzo, pero sólo es eso.... el comienzo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vamos a darle un voto de confianza a Juan Manuel, igual que se lo hemos dao a otros.
Desde aqui le doy animo y le deseo suerte, porque es bueno para todos.

Anónimo dijo...

Un Alcalde con dos concejales de los once que tiene la corporación, lamentable que la democracia tenga tantas lagunas y que el poder de pueblo se reduzca al chantaje político de unos pocos.